La pregunta del millón de dólares…. Hay muchas propuestas de negocio online donde los anuncios son tan solo un complemento, los ingresos importantes se generan con cuentas premium o por otras vías. ¿En qué casos la publicidad puede ser la fuente principal o incluso exclusiva de un negocio online que contenga una relación coste/beneficio mínimamente satisfactorio?

No es muy recomendable este tipo de modelo de negocio prácticamente en ningún caso. Depender de algo tan inestable como la publicidad es un riesgo demasiado alto.

Especialmente en el caso de AdSense, los ingresos suelen fluctuar mucho. El volumen y características de los anunciantes son aspectos muy variables y como consecuencia también lo son los CPC’s y los CTR’s. Una caída relativamente repentina en el CPC medio no es nada fuera de lo común y podría llegar a hacernos mucho daño si nuestro negocio se sustenta exclusivamente –o principalmente- en esta via de ingresos.

En este tema tiene mucho sentido aquello de no poner “todos los huevos en la misma cesta”, sobre todo cuando la cesta es por naturaleza “frágil”.

En definitiva, es un riesgo. También es cierto que algunas empresas españolas están haciendo muchísimo dinero en AdSense. Y si incluimos el resto de tipos de publicidad, casi todos los grandes players del mercado online nacional obtienen un buen porcentaje de sus ingresos de este modo. Pero lo normal es que en la mayoría de casos el core business sea otro y, aunque considerable, la publicidad sea un complemento a la línea de negocio principal.

Centrándonos en AdSense, si se decide asumir el “riesgo” de tenerlo como via principal o al menos proporcionalmente significativa en nuestro proyecto, creo de vital importancia negociar el acceso a un acuerdo directo con Google (lo que coloquialmente se ha denominado con frecuencia “Google Premium”). No es una leyenda, existe ese tipo de cuenta, pero los requisitos son muy elevados, especialmente en cuanto a volumen de impresiones. Las ventajas no sólo tienen que ver con mayor flexibilidad y mejora del revenue share, sino también con un contrato firmado de por medio y un contacto directo con un account manager. Lógicamente, en estas condiciones no vamos a tener el problema de que de repente nos cierren la cuenta sin avisar, aunque siempre estaremos sujetos a la fluctuación y a posibles cambios en la política del servicio. Pero en cualquier caso es infinitamente más seguro que una cuenta de editor normal.